Activista estadounidense, luchó contra el racismo y la segregación. Es considerada la madre de los derechos civiles.
Hija de un carpintero y de una maestra, Rosa Louise McCauley (tal era su nombre de soltera) cursó estudios en la escuela industrial Montgomery Industrial School for Girls y en el colegio para maestros Alabama State Teachers College.
A los 20 años se casó con Raymond Parks, del que tomó el apellido y con el que se fue a vivir a Montgomery. Tras lograr el título de enseñanza media, trabajó como costurera y ama de casa. Entonces se hizo miembro de la NAACP (Nacional Association for the Advancedment of Colored People), la asociación más relevante en defensa de los derechos de los afroamericanos contra la discriminación, fundada con la colaboración del escritor W. E. B. Du Bois.
El matrimonio vivía en una época en que la segregación, o sea la separación de las personas por motivos raciales o religiosos, predominaba todavía en la mayor parte de los estados del sur.
En 1955 tuvo lugar el incidente que la haría mundialmente famosa; pocas veces un acto tan nimio ha tenido tan importantes consecuencias, en este caso, en el terreno de la lucha por la igualdad de derechos en Norteamérica.
Tras terminar su jornada laboral, el 1 de diciembre de 1955, Rosa Parks, una costurera negra de 42 años, subió a un autobús en Montgomery, Alabama, para regresar a su casa. Pagó 10 centavos y se sentó en la quinta fila, la primera de la sección de color, detrás de la zona de los blancos. Junto a un hombre y a la altura de otras dos mujeres, al otro lado del pasillo. Cuando el autobús ya estaba lleno, entró un pasajero blanco. Entonces, el conductor ordenó que las cuatro personas negras de la quinta fila se levantaran para que el nuevo pasajero se pudiera sentar. Las dos mujeres y el hombre, obedecieron. Rosa Parks, no. Decidió luchar contra la discriminación. “Voy a llamar para que la arresten”, dijo el conductor.
“Puede hacerlo”, respondió ella.
Rosa Parks, un humilde modista negra, se negaba a ceder su asiento en el autobús a un viajero blanco. El conductor llamó a la policía y la mujer fue detenida y obligada a pagar una multa de catorce dólares. El hecho puso de manifiesto una vez más las condiciones de segregación a que estaban sometidas las gentes de color, que tenían prohibido el acceso a piscinas, escuelas, restaurantes y un gran número de servicios públicos exclusivos para los blancos.
El incidente del autobús tuvo como primer efecto la creación de la Montgomery Improvement Association, cuya finalidad era la defensa de los derechos civiles de la minoría negra. Martin Luther King fue su presidente. La asociación organizó un boicot a los autobuses de Montgomery que tuvo un seguimiento masivo y fue un rotundo éxito: duró 382 días y contribuyó a que la causa de los afroamericanos de Montgomery fuese conocida en todo mundo. Como consecuencia de ello, el gobierno norteamericano se vio obligado a abolir la segregación en los transportes públicos.
Rosa Parks fue elegida secretaria de esta agrupación en Montgomery. Desde este puesto, se esforzó en luchar contra el sistema de ciudadanía de segunda clase y la discriminación impuestos a los afroamericanos y que persistía desde el último tercio del siglo XIX.
En 1957, Rosa y su marido se establecieron en Detroit, Michigan, donde prosiguió su actividad en la defensa de los derechos civiles. En 1965, Rosa Parks empezó a trabajar para el congresista John Conyers. Después del fallecimiento de su marido en 1977, fundó el instituto Rosa and Raymond Parks Institute for Self-Development, dedicado al desarrollo personal. Actualmente este centro patrocina el programa anual Pathways to Freedom (Camino a la Libertad), que organiza recorridos en autobús para adolescentes con el objeto de darles a conocer la reciente historia de la lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos.
Aunque en España sea prácticamente una desconocida, en Estados Unidos es una leyenda. En una encuesta de 1973, historiadores e intelectuales la designaron como la tercera mujer norteamericana más influyente del siglo XX. Recientemente, Rosa Parks ha sido incluida por la revista Time, entre las cien personas más influyentes del siglo XX.
En 1989, Rosa Parks participó en la inauguración del monumento conmemorativo Civil Rights Memorial, en Montgomery, Alabama. En 1999 recibió de manos del presidente Bill Clinton la Medalla de Oro del Congreso. Hoy la figura de Rosa Parks es considerada como una de las más importantes en la lucha por los derechos civiles.
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