Abril es el mes de los libros, el 2 de abril se
conmemora el Día del libro infantil y juvenil y el 23 de abril es el Día del
Libro, por eso nuestro mujeres que hacen la historia de este mes está dedicado
a Beatrix Potter.
Escritora, ilustradora, fabulista, naturalista,
además de una pionera en el pensamiento ecológico.
Beatrix Potter
amó siempre la naturaleza, a la que observó, estudió y analizó. Su pasión por
el mundo natural la llevó a hacer importantes descubrimientos en el mundo de la
micología y a convertir a sus amados animales en protagonistas de los más
hermosos cuentos infantiles. Su entrañable Conejo Perico sobrevivió a su
creadora y se coló en los hogares de muchos niños y niñas de todo el mundo.
Helen Beatrix Potter nació el 28 de julio de 1866 en
Kensington, Londres, en el seno de una típica familia victoriana. Su padre,
Ruper Potter, era abogado de carrera pero casi no ejercía y su madre era ama de
casa y una perfecta anfitriona para las muchas visitas que recibía en su hogar.
Los Potter tenían una vida acomodada, viviendo sobretodo de las rentas
familiares en una hermosa casa plagada de sirvientes.
Beatrix y su hermano
Bertam fueron criados y educados por niñeras e institutrices en la parte alta
de la enorme casa familiar, donde se encontraba la habitación de los niños.
Allí Beatrix y su hermano pasaron la mayor parte de su infancia, alejados de
sus padres, demasiado ocupados en una intensa vida social. A pesar de que su
hermano Bertam era seis años menor que ella, la pequeña Beatrix tuvo una muy
estrecha relación con él, el único miembro de su familia con el que más
convivía. Beatrix y Bertam suplieron la falta de amigos con su amor por los
animales. Perros, conejos, ratones o ranas llenaron de alegría sus estancias
infantiles.
Cuando Beatrix tuvo edad de empezar sus estudios, sus padres
la encargaron la supervisión de las tareas del hogar, impidiéndola así que
pudiera estudiar.
Una de sus mayores aficiones fue la de dibujar
y anotar todo lo que veía en la naturaleza, tanto plantas como animales. Donde
más inspiración encontraba era cuando iba a la casa de campo que tenía su
familia en Escocia.
En medio de esa
actividad, escribió un artículo titulado "Sobre la
germinación de las esporas de Agaricineae (funghi con pepitas)" que
en 1897, con la ayuda de su tío, el notable químico Sir
Henry Roscoe, fue presentada a prestigiosa (y toda masculina)
Sociedad Linneana de Londres. Pero, siendo amateur y, probablemente más
importante, mujer, sus esfuerzos no fueron tomados en serio, y sus teorías
fueron rechazadas. Este desaire fue probablemente lo que la llevó a enfocarse
más en el dibujo y la pintura.
Años después, cambiaron Escocia por el Distrito de los Lagos
del que Beatrix se quedaría prendada para el resto de su vida y utilizaría como
inspiración para sus obras infantiles.
La animaron a publicar su relato, The Tale of Peter Rabbit, pero tuvo
que luchar para encontrar un editor hasta que por fin fue aceptado en 1902. El
libro y las obras que lo siguieron fueron muy bien recibidos y ella comenzó a
obtener unos ingresos propios de sus ventas. Beatrix se relacionó sentimentalmente con su
editor, Norman Warne, cosa que mantuvo en secreto, pues sus padres eran
contrarios a que se casara con cualquiera que necesitara trabajar para vivir.
Warne murió por leucemia antes
de que pudieran prometerse, lo que agrandó la brecha que separaba a Beatrix de
sus padres.
La base para sus proyectos e historias fueron los
pequeños animales que introducía furtivamente en la casa o que veía durante las
vacaciones familiares en el Distrito de los Lagos o en Escocia.
Su estética se basa en un estilo
naturalista de los paisajes campestres ingleses, a base de dibujos hechos en
acuarela -técnica muy utilizada a finales del siglo XIX- que muchas veces choca
con partes de las historias en que dejan de ser dulces para ser crueles e
incluso irónicas en su retrato de la sociedad de una época.
Potter escribió e ilustro 28 libros, que fueron traducidos a más de 35 idiomas y vendieron más de 100
millones de copias.
Fueron publicados en pequeño formato, fácil de
manejar y leer por los niños. Dejó de escribir alrededor de 1920 debido
a su mala visión, aunque su última y
gran obra, The Tale of Little Pig Robinson, se publicó en 1930.
Un dato curioso, es que Beatrix Potter fue una
de los primeros en descubrir que los líquenes eran una relación simbiótica
entre algas y hongo, pero por ser mujer no le dejaron presentar su trabajo a la
Sociedad Científica. Y muchso años después, en 1997, la Sociedad Científica de
Londres le pidió perdón a título póstumo.
Sólidamente sostenida
por los ingresos de las ventas de libros, pudo cumplir con su sueño de ayudar a
preservar el patrimonio natural. Se
dedico a una granja de ovejas y adquirió grandes parcelas de tierra.
Debilitada por la bronquitis, Beatrix murió a
los 77 años el 22 de diciembre de 1943. En su testamento dejó 14 granjas y más
de 1.600 hectáreas para la National Trust.
En 2006
se estrenó una película sobre su vida protagonizada
por Renée
Zellweger. En 2018 se estrenó la película “Petter Rabbit” basada en
sus relatos infantiles.
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