31 octubre 2017

MUJERES QUE HACEN LA HISTORIA : LAS BRUJAS

Este mes con motivo de Halloween, queremos homenajear a distintas mujeres que fueron injustamente condenadas por sus conocimientos y actos. Las llamaron brujas y este término lo utilizamos hoy en día de forma despectiva o insulto.
Las brujas fueron las transgresoras de su época, las que se atrevieron a desafiar las reglas y buscar soluciones a problemas cotidianos por otro tipo de vías.
Las brujas no eran personas malas y feas, como las ha descrito la literatura universal, sino mujeres generadoras de un conocimiento específico. En el medievo, cuando predominaba un modelo social masculino, el saber de las brujas fue considerado amenazante, por lo que fue perseguido y destruido junto con ellas en las hogueras.
Mientras los hombres salían a cazar, las mujeres aprendieron, primero, a elegir, de entre lo que la naturaleza les ofrecía, los alimentos aptos de los que no lo eran. Más tarde, aprenderían que eran capaces de "dominar" este proceso de algún modo y hacían crecer alimentos por sí mismas. Esto requería una mayor observación de la tierra, de los fenómenos naturales, del clima, las estaciones, un mayor contacto con su entorno y evidentemente, esto las hacia sabias hasta el punto de que muchas estudiaban en secreto, aprendían a escribir y desarrollaban una inteligencia por encima de otras mujeres más sometidas.


Eran parteras, alquimistas, perfumistas, nodrizas o cocineras que tenían conocimiento en campos como la anatomía, la botánica, la sexualidad, el amor o la reproducción, y que prestaban un importante servicio a la comunidad. Conocían mucho de plantas, animales y minerales, y creaban recetas para curar, lo cual fue interpretado por los grupos dominantes del medievo como un poder del Diablo.
Las brujas fueron mujeres con conocimientos específicos en alquimia, con lo que elaboraban recetas de perfumería y cosmética. Desarrollaron técnicas de destilación, extracción y sublimación. No eran personas feas ni malas, más bien fueron estereotipadas.
Fueron muchas las mujeres acusadas por los procesos inquisitoriales por hechicería en Toledo. Ahí van pequeñas reseñas de alguna de ellas.
Leonor Barganza, que tenía bastante gran fama por sus conjuros para “desligar”, y fue precisamente esa fama, las envidias y los encontronazos con los vecinos lo que propició su arresto, el hecho de que fuese judía tampoco la ayudó mucho. También fue detenida en aquellas fechas Catalina Tapia, directa competidora de Leonor.

Mencía Chacón, sabía hacer conjuros para atraer amantes. Catalina Rodríguez y Juana Hernández, dedicadas a practicar conjuros, casi siempre relacionados con el amor.
La que era considerada mejor hechicera de Toledo es Inés del Pozo, que “recibía de forma habitual numerosas visitas de hombres en su casa para que les devolviese la virilidad que les había sido arrebatada por las otras hechiceras toledanas…
Ana de la Cruz era otra bruja experta en la búsqueda de desaparecidos en los conjuros relacionados con el amor, y en su casa se hallaron diferentes mejunjes para sus actividades como la valeriana.

Como vemos, las leyendas populares y las películas nos vendieron la moto con el tema de las brujas. Ni volaban con escoba, ni tenían poderes sobrenaturales, ni robaban bebés.. Sin embargo, a parte de los conjuros y la tirada de cartas para leer el futuro,  ellas fueron las parafarmaceuticas de entonces, por sus conocimientos en yerbas y remedios naturales. Psicólogas, por qué no decirlo, ya que generalmente sus conjuros de amor estaban basados en la sugestión psicológica. Y, sorprendentemente, fueron las ginecólogas extraoficiales del momento porque, además, muchas de estas brujas, practicaban abortos a mujeres que se encontraban con embarazos no deseados, ya fuera con yerbas o utensilios punzantes y, para las chicas que habían perdido su virginidad y querían,  recuperarla, les practicaban una reconstrucción del himen con tejidos como la tela de araña o algo parecido.
En todo esto no había nada de mágico ni sobrenatural, pero a veces pesa más y queda más bonita la leyenda y la superstición, que es lo que hace más fascinante a la figura de las brujas. De un modo u otro, a pesar de que no hubiera nada de magia en ellas, eran auténticas maestras que dominaban diferentes ciencias sin ellas saberlo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario