Terminamos
el 2018 con la historia de Hedy Lamarr, la mujer que inventó el espectro
ensanchado por salto de frecuencia que se utiliza en los GPS, en el Bluetooth y
en las conexiones wifi, pero es recordada como “la mujer más linda del mundo”
por sus películas y por ser la primera en correr desnuda una escena de cine.
Fue
la única hija de un matrimonio de judíos secularizados. Su madre, nacida en Budapest,
y su padre, nacido en Leópolis pertenecían a familias judías burguesas, siendo
la madre pianista y el padre banquero. Desde pequeña destacó por su
inteligencia y fue considerada por sus profesores como superdotada. Empezó sus estudios de ingeniería a
los 16 años, pero tres años más tarde, en 1933, abandonó la ingeniería atraída por
su vena artística, y empezó en el teatro berlinés.
Así
inició su carrera cinematográfica, y pronto sería mundialmente famosa por la
secuencia de la película Éxtasis (1933), en la que aparece completamente
desnuda, primero al borde de un lago y luego corriendo por la campiña checa.
Por dicha escena se la conocería como la primera mujer en la historia del cine
que apareciera desnuda en una película comercial.
Atraído
por la película, el magnate de la industria armamentística Friedrich Mandl arregló
con sus padres un matrimonio de conveniencia y fue prometida en matrimonio en
contra de su voluntad. Hedy calificó posteriormente esa época como de
auténtica esclavitud.
Hedy
había aprovechado su soledad para continuar sus estudios de ingeniería,
y utilizar su inteligencia para obtener de los clientes y proveedores de su
marido los pormenores de la tecnología
armamentística de
la época. Dichos conocimientos fueron cedidos por la actriz a las autoridades
de los Estados Unidos años más tarde; igualmente
algunas reuniones le sirvieron de guía para idear y patentar, en los años 1940,
la técnica de conmutación de
frecuencias, que le
devolvería notoriedad en los últimos años de su vida.
Lamarr,
conocedora de los horrores del régimen nazi a
través de su marido Mandl, próximo al fascismo, y por su condición de judía, ofreció al gobierno de los Estados
Unidos toda la información confidencial de la que disponía, gracias a los
contactos de su exmarido. Además, consideraba que su inteligencia podía
contribuir a la victoria aliada. Así, se puso a trabajar para el
desarrollo de nuevas tecnologías
militares. Sabía que
los gobiernos se resistían a la fabricación de un misil teledirigido por miedo a que las señales de
control fueran interceptadas o interferidas fácilmente por el enemigo, y que
pudieran inutilizar el invento o, incluso, usarlo en su contra.
Hedy
Lamarr y el compositor George Antheil recibieron
el número de patente 2.292.387 por su Sistema
de comunicación secreta. Esta versión temprana del salto en frecuencia, una técnica de modulación de señales
en espectro expandido, usaba un par de tambores perforados y sincronizados (a
modo de pianola) para cambiar entre 88 frecuencias, y
se diseñó para construir torpedos teledirigidos
por radio que no pudieran detectar los
enemigos.
En
la patente del 11 de agosto de 1942 puede leerse la
inscripción H. K. Markey et al.. Las iniciales H. K. son
las de Hedwig Kiesler (Hedy Lamarr); Markey era su apellido de casada, en ese
momento.
El
hecho de que sus patentes fueran concedidas con el nombre de casada y no por el
nombre artístico impidió que su contribución recibiera el debido reconocimiento
en su momento.
Poco
tiempo después, el 1 de octubre de
ese mismo año, aparecía en The New York Times la primera mención
pública del invento, a pesar de lo cual las autoridades de la época no
consideraron la posibilidad de su realización práctica inmediata. La tardanza
en aplicarlo se debió a la necesidad de pasar de un sistema mecánico a uno
electrónico. Esto fue logrado por Sylvania Electronics,
en 1957,
y su equipo de ingenieros reconoció en su totalidad la patente a Lamarr y
Antheil.
El
primer uso conocido de la patente se dio en la crisis de los
misiles de Cuba. Durante esta crisis de 1962 se usó este sistema en el
control remoto de boyas rastreadoras marinas. La misma técnica se
incorporó en alguno de los ingenios utilizados en la guerra de Vietnam y,
más adelante, en el sistema estadounidense de defensa por satélite (Milstar), hasta que en la década de 1980,
el sistema de espectro expandido vio sus primeras aportaciones en ingeniería civil. Así, con la irrupción masiva de
la tecnología digital a comienzos de esa misma década,
la conmutación de frecuencias permitió implantar la comunicación de datos WIFI.
Lamarr
desarrolló otros inventos como una versión mejorada de los semáforos y una
pastilla para crear una bebida gaseosa.
Lamarr
murió en Florida el 19 de enero de 2000.
Google homenajeó a Hedy Lamarr
diseñándole un doodle que podrás ver en éste vídeo.
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